La lluvia cae tranquila. Es de Noche.
El dice: Ven, abrazemonos.
Obviamente he dicho que si. Que ire, corriendo si es preciso.
Ah... ¿Hay algún sentido para esto? ¿Una respuesta? ¿Lo quiero demasiado o más bien me quiero muy poco para aceptar entregarme a él?
Pienso en sus razones. Es egoista. Dice que no quiere lastimarme. Dice: Seamos amigos, dice: Me encanta tu cuerpo.
¿No puedes ver que me lastimas?
Pero quiza es que yo soy la única que esta lastimandose, siempre, siempre. Casi con gusto, con deseo.
Ah... Kami-sama... algo, alguien, salveme...
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