Ha sido un dia largo. A primera hora de la tarde he ido a una entrevista de trabajo, a pesar de lo tarde que se me hizo llegue en punto. Por las calles de insurgentes voy escuchando a Shiina Ringo y me siento sexy, estoy estrenando unos zapatos monos y en general me gusta como me veo ultimamente. Algunos hombres voltean a verme y adrede no los miro y siento desprecio: Así de resentida estoy contra el mundo y en cada hombre que veo escupo la frustración por lo que me ha hecho solo él.
La entrevista no ha ido bien. Por primera vez me he sentido torpe y mi de por si mal vocabulario deja mucho que desear, me desespera no poder dilusidar que piensa la entrevistadora de mi. Me gusta la zona y el sueldo. En el examén me he sentido lenta y ultimamente me asalta el miedo de haberme equivocado de carrera. No me siento en absoluto creativa y esto me hace sentirme temerosa y triste.
Al salir le llamo a V. para saber si esta libre y quiere comer conmigo, no ha ido a trabajar y tendre que comer sola pero esto no me molesta en absoluto -antes lo odiaba- y curiosamente ahora lo disfruto mucho. Voy al restaurante Tokio al que fui varias veces con él, hay una cola enorme y empiezo a desanimarme en el momento que una voz grita si alguien viene solo, alzo la mano y subo las escaleras entre miradas que me imagino son de todo menos de simpatia, ya que yo era la ultima en la fila.
Sonrio para mis adentros y pienso que de algo sirve la soledad.
Tomo asiento al lado de unas chicas que nada mas verlas se nota que son otakus, a mi en general me gusta mucho el anime pero con solo escuchar su platica cinco minutos ya estoy harta y veo que me ganan por mucho y aunque suene mal decirlo me parecieron algo pateticas. Enfrente de mi mesa hay una pareja japonesa y me he sentado ahi a proposito para ver de frente al chico. Me encantan los orientales y mas aún los japoneses porque me encanta su idioma. Soy fugazmente feliz mientras escucho sus voces distorsionadas entre el rumor de las demas mesas.
Mientras espero mi orden leo "Trenes hacia Tokio" y me da un poco de pena parecer tan tópica pero no tenia pensado ir a comer ahi, me traen una jarrita de te verde y bebo satisfecha. Esta muy bueno. Al comer escucho la platica de las chicas, hablan de cosas como "cuando veo comer a Sakura pastel aunque no me gusta me dan ganas de comerme uno, pero claro que los pasteles no son para nada tan lindos como los que salen en ese anime..." ó "si te juntaras con gente normal hablarias de cosas mas interesantes como chicos y eso" me dan un poco de pena, tambien me apena que no saben ni lo que estan comiendo, aún asi les digo "provecho" al marcharme.
Pense en él estando ahi, vagamente y sin pasión. A mil años luz estan esos dias en que rascabamos nuestras bolsas para tener dinero suficiente para comer ahi, me parece de otra vida y sin embargo daria lo que fuera porque se repitiera, tampoco pense que algun dia comería ahi sola y tendria este tipos de pensamientos. La vida en esos momentos me parece caotica y sin sentido.
Despues me encamino a Coyoacan donde me vere con M. me ha invitado a su practica de artes marciales y como no tengo nada mejor que hacer he aceptado. Me habia dicho que estaba lejos su dojo, cuando nos vemos me sorprendo al saber que esta hasta el Estado de México y me arrepiento un poquito de mi decisión pero ya no hay nada por hacer.
Al final estoy con cuatro hombres a mi lado rumbo a Ecatepec y no se que hago ahi, me hablan de lo que es interesante para ellos y a todo sonrío y asiento aunque no me interesa especialmente lo que dicen. Ni me aburro ni me divierto. La vida solo pasa. Lo extraño y miro por la ventana del auto y siento que solo estando a su lado me interesa conocer lo que los demas opinan del mundo y me horroriza presentir que solo lo que él hace puede atraer mi atención.
Es tan estupido, pero es así.
Le he gustado al Sensei, eso me parece y no es vanidad. Quiza tambien a ese otro chico pero absolutamente todos me parecen anodinos, soy mala para decir "no" y le he dado mi telefono al Sensei. No pienso verlo y aún asi le he dado correctamente mi número. Esto si es vanidad porque inconscientemente lo hize por hacerme la interesante. Hablamos de Japón y pienso que muero por regresar y no volver, estar alla era mi único consuelo.
Al volver pasa lo mismo, la platica me parece sin sentido sin embargo estos chicos son buenas personas, buenos pero anodinos que se le va a hacer. Y yo miro por la ventana y siento que lo extraño y que solo lo que él haga puede atraer mi atención
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